¿Cuales son los objetivos que el entrenador personal buscará con mediante el trabajo de fuerza?
Los objetivos en el trabajo de fuerza se pueden distinguir en función de la intención con que sean aplicados.
Así cabe destacar los principales:
Objetivos Preventivos:
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Mantenimiento y mejora de las condiciones físicas.
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Disminución del riesgo de lesiones y desgaste en la vida cotidiana y deporte.
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Aumento de las prestaciones de ligamentos, tendones, huesos, cartílagos.
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Prevención contra dolores de espalda y articulares.
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Compensación a la disminución de fuerza por la edad.
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Mejora sobre el sistema cardiovascular.
Objetivos de Rehabilitación:
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Aceleración del proceso de rehabilitación después de una lesión o una intervención quirúrgica.
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Disminuir o evitar los dolores y el deterioro funcional en afecciones crónicas o de reciente aparición en el aparato locomotor como dolores de espalda y rodillas.
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Rápida recuperación de la capacidad de rendimiento después de las fases de descanso condicionadas por las lesiones y las molestias.
Objetivos de Rendimiento:
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Aumento de la fuerza: una buena capacidad de fuerza es una base importante para la optimización del rendimiento en la mayoría de disciplinas deportivas.
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Compensación de grupos musculares que no han sido entrenados específicamente en las disciplinas que tengan una exigencia unilateral de la fuerza.
Configuración Física:
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Aumento de la masa muscular.
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Disminución del porcentaje de grasa corporal.
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En caso de peso inferior al debido, incremento del peso corporal.
Efectos Psicológicos:
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Aumento de la autoconfianza y la autovaloración.
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Desarrollo de la conciencia de cuerpo y mejora de su percepción.
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Mejora del estado anímico y del bienestar corporal.